Por Juan Tomás Valenzuela
Los papeles de Faride,
igual que el papel higiénico,
tienen un olor a arsénico
por el tufo que despiden.
No importa que se conviden
Ramón Peralta y Marchena,
la vieja que vende avena,
el contralor y Camacho,
César Medina, el Bacho,
Los del Río y Macarena.
La cajita de Pandora
que destapó la Rafúl,
ni los locos de Zaglúl
le han hecho la carambola.
Camacho, casi se inmola
el día que la oyó cantar.
No hubo cueva ni lugar
donde él lograra meterse,
por eso intentó imponerse,
pretendiéndola callar.
No nos inventamos nada,
según las informaciones,
mil cuatrocientos millones
se les dió a João Santana,
de manera apresurada
aún estando en la chirola,
cuando se soltó la bola
de que Mónica iba a hablar
y que podía mencionar
al busto de la estercola.
Faride, habló firmemente,
cuestionando la premura
con la que a João y a Moura,
este par de delincuentes,
le dieron abiertamente
mil cuatrocientos millones.
Se entiende que estos bribones
que erogaron esos pagos,
evitaban los estragos
que vendrían con las menciones.
Ahora, los del gobierno
le dan el frente a Faride,
diciéndole que lo olvide
y que se puede ir al cuerno,
Que ya hay listo un plan alterno
para desplomar sus planes,
que deje ya sus afanes
que nada va a conseguir,
pues Danilo va a seguir
financiando a estos rufianes.
17 julio 2018